Como doma las redes sociales, el plan de las feministas a la perfección; las parejas fracasaran si perciben el amor como un intercambio de bienes.
El amor de pareja y a los hijos es la verdadera experiencia de amor, el incondicional; pero las mujeres lo experimentan recién con el primer hijo y los hombres dependen de un buen desarrollo psicosexual en la niñez. El hombre experimenta el amor incondicional con la madre, y la mujer lo adquiere con el primer hijo.

La generación de las banderas rojas no entiende a padres que trabajan y solo sienten satisfacción al ver al hijo dormir; los hombres rechazan su naturaleza por el dolor provocado ante la primera decepción amorosa y las mujeres son las reinas de un amor percibido como mercado sexual.
En la generación del egoísmo, en donde los perros son "hijos" y son mejores porque "no generan problemas". Su alteración del amor los lleva a tener caniches que pasan más de la mitad de sus vidas encerrados en departamentos, con dueños que los ven como peluches vivientes.
¿Sabes diferenciar a un perro ansioso y a otro que es feliz por tu llegado? En ambos casos saltan y mueven la cola.